Primer sindicato legalmente constituido en Colombia (31 de agosto de 1909) nada tuvo que ver con fragores proletarios ni con ideologías revolucionarias. Su fundación fue inspirada por la más pura y auténtica fe católica, exactamente por la Virgen del Sagrado Corazón, patrona de los artesanos y del pueblo laborioso de Sonsón. Y sus integrantes fueron un poco más de 400 artesanos y picapedreros unidos por un solo propósito: honrar a la Virgen y ayudar a construir un templo digno de su fe en Dios.
Y no cualquier templo, sino uno tan grande como lo pudieran construir, pues era una época en que los pueblos de Colombia competían por ver cuál levantaba la catedral más monumental. Como de hecho lo fue la de Sonsón. Cuando por fin se inauguró, en 1915, fue certificada como la segunda más alta de América Latina en piedra de granito, material con el que fue construida, sacado de las canteras del río por los picapedreros y cargado hasta la plaza en concurridos convites cívicos, porque fue una catedral que se levantó, piedra por piedra, con el sudor de toda la católica, apostólica y romana población de Sonsón. Duraría en pie hasta 1962, cuando un terremoto la cuarteó tanto que la tuvieron que derribar y levantar otra nueva catedral.